Por Dr. Amín Cruz
Ministro Consejero de la ONU
y la CEO Presidente y Fundador
del Congreso Hispanoamericano
de Prensa de New York
“La paz no es simplemente la ausencia de conflicto. La paz es la creación de un entorno en el que todos podamos prosperar, independientemente de la raza, el color, el credo; la religión, el sexo, la clase, casta o cualquier otra característica social que nos distinga”, Nelson Mandela.
Hoy 18 de julio de 1918 nace Nelson Rolihlahla Mandela en Mvezo (Sudáfrica), este día en todo el mundo se debe celebrar es el Día Internacional de Nelson Mandela, contribuyendo con pequeñas cosas en sus propias comunidades. Cada ser tiene la capacidad y la responsabilidad de forjar un mundo mejor y el Día de Mandela es una buena ocasión para emprender ese cambio, para cambiar y propiciar el cambio tal como lo hizo Él. ¡También yo puedo!.
Toda su vida Nelson Mandela dedicó su tiempo al servicio de la humanidad, como abogado defensor de los derechos humanos, como preso de conciencia, trabajando por la paz y como primer presidente elegido democráticamente de una Sudáfrica oprimida, Él la convirtió en una nación libre de la discriminación y la esclavitud.
Luchando contra la dominación blanca y luchando contra la dominación negra, atesoro en su corazón el ideal de una sociedad democrática y libre, en la que todas las personas pudieran vivir como seres humanos juntas en armonía y con igualdad de oportunidades.
Toda su vida luchó por la justicia social, lucha contra la pobreza, derechos de los niños e igualdad de género son algunos de los pilares sobre los cuales Nelson Mandela (1918-2013) edificó toda una vida al servicio de la humanidad, de la libertad y de la paz.
En 1982, Mandela fue transferido a la prisión de Pollsmoor, en Ciudad del Cabo; y seis años después, se le reubica en la cárcel de Victor Verster, pero nunca, aun en las peores circunstancia renunció a sus ideales, su meta y objetivo eran innegociable con sus opresores.
En 1994, Nelson Mandela pasó a la historia por varios motivos. En primer lugar, se convirtió en el primer presidente negro de su país. Por otra parte, accedió al cargo al ganar las primeras elecciones presidenciales en las que se garantizó el derecho al voto para todos los grupos raciales.
Se desempeñó en el cargo hasta 1999, luego se dedicó al servicio de la humanidad, escribiendo, realizando conferencias, visitas a diferentes países llevando el mensaje de libertad, justicia, paz, amor y confraternidad para los pueblos, fue reconocido a nivel mundial por sus trabajos como abogado y activista de los derechos humanos y como filántropo.
Ese fue un ideal desde su juventud y en reconocimiento a su persona, en noviembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de julio, Día Internacional de Nelson Mandela, reconociendo la contribución aportada por el ex Presidente de Sudáfrica a la cultura de la paz y la libertad.
Después de 27 años de permanecer preso durante el Apartheid, Mandela eligió el camino de la paz y de la democracia, del perdón y la conciliación, una vez recuperada su libertad. Como diplomático que viví ese acontecimiento, experiencia, fue algo muy especial que la Asamblea General de las Naciones Unidas haya establecido el 18 de julio como Día Internacional de Nelson Mandela aún estando vivo, resulta muy significativo ese hecho.
En la resolución 64/13 de la Asamblea General se reconocen los valores de Nelson Mandela y su dedicación al servicio de la humanidad a través de su labor en los ámbitos de la solución de conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos vulnerables, así como la lucha contra la pobreza y la promoción de la justicia social.
Se reconoce también su contribución a la lucha por la democracia a nivel internacional y a la promoción de una cultura de paz en todo el mundo. Por otra parte, desde 2015 se tiene instaurado el laurel Nelson Mandela que reconoce a un hombre y a una mujer que “ponen su vida al servicio de la humanidad y promueven los principios y la labor de la ONU”.
La distinción, en homenaje a Nelson Mandela, hace eco de los trabajos humanitarios; de cohesión social y desarrollo de comunidades por parte de quienes sean acreedores a esta placa. La entrega del premio se realiza cada 18 de julio, en la sede de las Naciones Unidas.
“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que creía necesario por su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he cumplido ese deber, y por eso descansaré para la eternidad.”
«La religión, las características étnicas, el idioma y las prácticas sociales y culturales son elementos que enriquecen la civilización humana, que se suman a la riqueza de nuestra diversidad. ¿Por qué dejar que se conviertan en causa de división y de violencia? Estaríamos degradando nuestra humanidad común, si permitimos que eso ocurra. Nelson Mandela.
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